Hija del dramaturgo Enrique García Velloso, tenía 15 años cuando murió de leucemia en 1925. Una escultura tamaño natural la representa dormida, bajo un crucifijo. Su madre, deprimida después de la muerte de la hija, obtuvo permiso especial para permanecer junto a esta tumba por las noches. Su bóveda se encuentra a la derecha de la avenida principal de la Recoleta. Allí hay una estatua yacente de una criatura de pecho plano, muy hermosa, muerta en su lecho.
La madre, desesperada, durmió durante meses a los pies de la imagen, en un pequeño espacio detrás de las rejas.A Luz María también se le atribuye el protagonismo de la leyenda urbana más popular del mundo: la Dama de Blanco. Se sabe: un joven se encuentra con una bella chica, la lleva a bailar o a tomar algo, ella siente frío, él le presta su saco, ella lo mancha de café. Al día siguiente, cuando el joven quiere recuperar su saco en casa de la chica, la madre le comunica que está muerta, enterrada en la Recoleta. El joven va al cementerio y encuentra su saco sobre la bóveda. Enloquece. O se suicida. Hay una versión que prescinde del encuentro con la madre: la chica entra al cementerio una vez terminada la salida y se pierde entre las bóvedas, mientras el joven la sigue y comprueba que estuvo paseando con un espectro.
La Bella Durmiente
Blanca nívea reposa sobre un lecho de rosas,
la acaricia la brisa donde flota su aroma,
Luz María, una tierna y dulce adolescente
yace frente a tus ojos, como bella durmiente.
Duerme su sueño eterno, el sueño de la muerte
esperando tal vez que un beso la despierte,
el beso que quizás ella siempre ha esperado,
el beso del amor, de un príncipe encantado.
Sigue soñando niña, los ángeles te cuidan
mientras todos admiran tu pálida belleza
y una lágrima empaña el mirar de unos ojos
que lloran tu partida, vertiendo su tristeza.
Susana Espósito
Fuente: http://www.cecilgoitia.com.ar/
0 comentarios:
Publicar un comentario